lunes, 23 de julio de 2007

La vuelta a casa

Estamos esperando en el aeropuerto de Miami para volver a casa.

¿Qué pasó con el Mooney?. Después de una semana de intensas y amistosas negociaciones, intercalada con largísimas charlas con Carlos Fogel de Aeromecánica y Diego Clérici en Buenos Aires, concluimos que la mejor opción era que la gente de Banyan se hiciera cargo de toda la operación. Esto es reparación y puesta en vuelo del LV-JRA.

Afortunadamente, Diego García, tomó en sus propias manos el gerenciamiento de las tareas.

Los números que nos presentó y las opciones, parecen ser las mejores dentro de lo razonable.

Si bien es cierto que estamos en la Disneylandia de la aviación, donde overnight (eufemismo para decir que de un día para el otro recibís el pedido) conseguís un motor, una hélice o lo que se te ocurra, también es cierto que las horas hombre valen como una operación de riñón y corazón al mismo tiempo (fuimos finos, no?).

Evidentemente, el proceso ya comenzó. El contrato está firmado, pusimos un adelanto y ya empezaron a trabajar. Diego nos aseguró que en dos semanas vamos a tener noticias concretas sobre los trabajos realizados y una estima cierta de cuánto tiempo durará el trabajo.

Más allá de esta buena noticia, hoy domingo 22 de julio estamos volviendo a Argentina y es extraño, ya que llegamos tres y sólo regresamos dos.

Cuando el viernes por la tarde nos fuimos del aeropuerto, estábamos más aliviados porque habíamos podido definir qué hacer y comenzar a hacerlo.

Creemos que las novedades que podamos publicar en el blog serán escasas hasta tanto los trabajos en el Mooney avancen.

Les solicitamos a Banyan tomar la mayor cantidad de fotografías posible durante el trabajo para ser incorporadas al historial del avión y para que ustedes tengan la posibilidad de acompañarnos en las instancias reconstructivas de nuestro amigo y de nuestra herramienta.

Nuestro amigo Diego (otro Diego y van….) nos metió con un calzador en un vuelo de Aerolíneas Argentinas (la que era nuestra compañía ¿recuerdan?)

El vuelo salía de Miami a las 4 y 15 de la madrugada del domingo 22, como recomiendan llegamos a 3 horas antes y la primera gran sorpresa fue encontrarnos en la cola del “check in” a dos de nuestros instructores y además entrañables amigos, uno gloria de nuestra aviación y Héroe de Malvinas, Pablo Carballo y el otro Ariel Zabaleta Instructor de Instructores en la aviación general, desempeñándose hoy en día como piloto de una línea aérea.

Cada uno de nosotros aprendió algo de ellos, podríamos decir astillas del mismo palo.

Además y por este encuentro fortuito, luego de los abrazos y preguntas de rigor “¿Qué estás asiendo por aqui?” Ellos se enteraron de nuestro accidente, lo lamentaron profundamente pero nos alentaron para seguir con la empresa, un tropezón cualquiera da en la vida, dice el tango y creemos que es así.

Nuestro espíritu sigue intacto, debemos realizar un análisis de nuestras posibilidades económicas una vez finalizada la puesta en vuelo del Mooney y ese será el momento de la verdad.

Nosotros sabemos muy bien que hemos volado un tercio de nuestra navegación, también sabemos que el regreso significa volar un 2do. tercio, de lo que resulta, que solo nos quedaría por volar el tercio que corresponde a volar sobre territorio de USA y Canadá y no intentarlo sería casi como haber ido al Cielo y no haber intentado hablar con Dios.

Uds. acordarán con nosotros respecto a que estamos en los boxes, pero en carrera y tal como dijera nuestro inolvidable “chueco” Fangio, las carreras hay que correrlas y se ganan en la última vuelta.

Es cierto, está entrada a boxes, será algo más extensa que una parada normal, en esta hay que hacer algunos ajustes, además del combustible y el aceite, pero nuestros mecánicos están trabajando para poner todo en orden y seguir.

Un párrafo muy especial para todos nuestros amigos que nos siguieron y acompañaron:

Gracias, muchísimas gracias por el aliento y buenos augurios que recibimos de todos de manera permanente, no imaginan lo que han significado para nosotros, leer cada día vuestros escritos y ahora que estamos en Bue., nuevamente, releerlos tranquilos y en perspectiva, pensamos, en la cadena fabulosa de amistad genuina que conformaron todos Uds. a nuestro entorno.

Unas últimas consideraciones:

Nosotros pondremos toda nuestra fuerza positiva para seguir adelante y terminar con la travesía, seguiremos el ejemplo de los pioneros que abrieron el camino.

Sabemos que no estamos escribiendo ninguna página especial en el libro de la aeronáutica argentina, pero si es nuestra intención, que mucha gente del mundo entero, sepa de nuestra tierra y que la Celeste y Blanca, surge orgullosa los cielos de una parte importante del mundo.