martes, 10 de julio de 2007

Quinto día de la segunda etapa

Parecemos tamberos, hoy nos levantamos a las 4 de la mañana, pero también es cierto que esto no es joda.

Cada día fuera de casa, hace que valoremos aún más las pequeñas delicias cotidianas, esas que uno no se da cuenta, paro cuando no las tiene, toman una dimensión única.

Es por ello que estamos agradecidos a Dios y a nuestras familias por permitirnos semejante gusto.

Tal como dije, hoy a las 4 AM estábamos despertándonos/acordarnos, el motorista, pasaría por nosotros a las 5, pero fue más que puntual, 4 y 30 hs. estaba en el hotel.

Afuera, noche cerrada, el señor muy amable cargó nuestro equipaje y salimos.

Si manejar en Argentina es peligroso, aquí en Brasil ni hablar, en poco más de 30 minutos vimos 4 choques, pero choques, choques, autos dados vuelta o choques a 90grado (espectaculares) aquí se ve que van muy rápido y no miran para los costados, una pena.

Salvo eso, el camino al aeropuerto fue una delicia. La temperatura muy agradable, con la ventanilla abierta y una brisa cálida de verano que nos acariciaba. De fondo, la voz de Roberto Carlos acercando recuerdos y saudades. Inolvidable.

Ok., vayamos a lo que vinimos!!!!!VOLAR!!!!!

En la sala de ARO AIS, aquí solo se llama AIS, estaban todos los Sargentos ocupando sus puestos, listos para darnos la mejor información disponible, que en este caso era la peor, ya que si bien es cierto que pensábamos despegar a las 6/6,20 hs. los “toroscos” de la zona de convergencia ecuatorial, dio por tierra con nuestras pretensiones.

Boa Vista estaba con un techo de 600 pies y 3.000 metros con CB embebidos a 2.500 pies y con un trencito que venia por el este, rojo fuego, los que saben, saben a que me refiero.

Ok., dijo mi compañero, hay que esperar, esperemos (nuestro ánimo al 100%) pensando que más tarde, tendríamos una ventana / corredor para pasar. Eso nos mostraban las imágenes satelitales, aunque la verdad era poco esperanzador porque conforme el aire humedo del mar entrase al continente y el sol comenzase a calentar la tierra, se hiba a generar una pequeña fábrica de tormenta del tamaño de un cuarto de continente.

Y así pasaron las horas, a Afonseca (sí se llama el suboficial de meteorología) le mostré en el Google su casa en Manaus y la EAA de Gral. Rodríguez, en tanto y en cuento esperábamos la “ventana”.

Lógicamente, para un vuelo visual, el aeropuerto de origen debe estar “visual” y el de destino también, no era hoy el caso.

En un momento, las cosas pasan en un momento, el aeropuerto se puso visual (más o menos) SBEG y por la trayectoria presuponíamos que Boa Vista estaría visual, para cuando estaríamos arribando. Conversamos, acordamos y aprobaron nuestro despegue.

A todo motor, conseguimos un motorista de Infraero (el AA2000 de acá), que nos llevara al Mooney que estaba como a 14 kilómetrosssssssss, (mucho ¿no?). Ok., hicimos el chequeo, metimos las valijas, nos sentamos, atamos, hicimos el chequeo de puesta en marcha y pedimos permiso a la TWR y la señorita a cargo nos informó, con voz suave, que el aeropuerto había “mudado” a IFR, dicho en español claro, “cagamos”.

Cuando nos bajamos del avión, x’x’¿¿¿???&&·····333ªªªª’’’???’¿¿¿···%%% volvimos a ARO AIS donde la muchachada nos recibió como i ya fuéramos de la familia. Empezamos a analizar que había pasado y que esto y aquello, pero el aeropuerto estaba IFR.

Nuestro ánimo 100%, somos pilotos y nos la banacamos.

Además todo el mundo sabe que no hay mejor lugar para pasar una tormenta que no sea en la Oficina de ARO AIS del Aeropuerto de Manaus.

Por otro lado, las cosas son de una forma y muchas veces más vale no luchar contra los elementos, si no querés estamparte contra algo.

El ánimo 100%

Nos decíamos que con el próximo metar y/o foto satelital, todo estaría “claro ilimitado”

Los metares, las fotos satelitales y las horas pasaban, la lluvia que faltaba desde hacía 43 días se hizo presente toda junta.
Típica tormenta tropical





Siempre hay algo positivo, el Mooney quedó una pinturita!!!!

Para no perder tiempo nos fuimos a almorzar.

A eso de las 13,30 el aeropuerto cambio a VFR, Ok., dijimos nosotros, la famosa ventana se hizo presente, otra vez salir corriendo, tomar un carro de Infraero, recorrer esos 14 kilómetros y llegamos al avión, chequeo rápido, puesta en marcha y ahora si !!!!!!!A lo que vinimos!!!!!!!!! A volarrrrrrrrrr, que para eso somos pilotos.

Un espectáculo, llovía, no mucho, pero llovía, es muy adrenalizante, hacer el taxi en un aeropuerto de estas características, muchos aviones grandes, pero grandes de verdad y una torrera que no hablaba, disparaba las frases con un fuertísimo acento amazónico, acota mi compañero, pero en realidad, no le entendíamos un rábano y nosotros pedíamos “por favor falhe devagar” pero ella aceleraba aún más, dura la situación.

Igual, nosotros nos arreglamos para encontrar la cabecera en uso “10” de la misma que alguna vez despegué en C 130.

Muy bien, llovía, no entendíamos un pomo, el corazón a mil y la adrenalina “ARCO ROJO”

Si bien es cierto que estábamos en condiciones VFR, las condiciones eran muy marginales.

Hicimos el chequeo “antes del despegue” con un 737 y un DC 8 carguero detrás, empujándonos y allí salimos nosotros, la lluvia se puso dura y el M 20 F despegó a las 14,05 hora local, habíamos pedido 075 de nivel y a los 1500 pies, estábamos metidos en la boca del lobo (te acordasGustavo??).


Mi compañero me decía mantené 1.000 pies, pero el miedo no es zonzo y yo tozudamente estaba con 1.500 (la tierra es dura) pero era imposible, el torrero nos “mandaba a 7500 pies” y nosotros agatas podíamos mantener contacto con el terreno con esos miserables 1.500, los que conocen la zona, saben de que hablamos.

Volamos 8,5 millas náuticas y pegamos la vuelta, bicho que somos, bajamos y seguimos un río que nos dejo nuevamente en la cabecera “uno cero”. Nuevamente la controladora nos disparó las instrucciones que casi no entendimos y aterrizamos a los 9 minutos sin novedad.

Todo un vuelazo, corto pero intenso, como dijo Borges, “muchachos, se pasaron”.

Volvimos a la sala de ARO AIS ……….. ¡una alegría volver a ver a los muchachos!!.



Llamamos a Ademir (o motorista do taxi) y de vuelta al hotel, la misma habitación, como en casa. Salimos a caminar para despejarnos un poco y ver otra cosa que no sea el aeropuerto.

La ciudad creció bastante en estos últimos años (veinte) pero aún conserva las construcciones señoriales de cuando, gracias a la explotación del caucho, era una de las más prósperas del continente.

A una cuadra del hotel, hay una plaza con una glorieta que de solo verla uno puede imaginar a una banda de fines de siglo XIX tocando mientras se pasean por sus veredas hermosas niñas esquivando la mirada audaz de los mozuelos, disfrutando todos de la música y de esta eterna primavera. Cambiamos de lugar para la cena, cosa de variar un poco.

Mañana decidimos no madrugar. Estamos sobrealimentados, superidartados y recascoteados por la met, pero con el ánimo 100%.

Como siempre nuestro mejor recuerdo para nuestras familias, amigos y a todos aquellos que nos escriben, porque la verdad, es que no tiene idea de la ayuda que es el leer los comentarios en lo momentos donde el ánimo llega al 99%. Lamentamos no disponer de todo el tiempo para contestarles. Buenas noches.