martes, 17 de julio de 2007

Primer día de la tercera etapa

Debemos mantener la continuidad histórica de nuestro relato.

Siempre fue nuestra intención, compartir nuestro sueño/aventura, de manera sencilla y animada.

Nuestras limitaciones literarias, son evidentes, pero nuestra voluntad inquebrantable.

Tal como contamos en nuestro escrito anterior era nuestra llegada a Fort Lauderdale Executive.
Para nuestro ánimo fue triunfal, ya que era una meta anhelada que nos acercaba aún más a nuestro principal objetivo, Anchorage, Alaska y regreso.

Pero hoy resulta particularmente difícil escribir. Por que la realidad nos golpeó fuerte. De a poquito iré al punto.

Ayer (17/07/07) tal como estaba planeado, salimos a cumplir con otro día de trabajo (vuelo).

En avión había quedado en un FBO “BANYAN” impresionantemente organizado, algo parecido a la calidad de un quirófano y hangarado por primera vez en mucho tiempo.

Todos los empleados de “BANYAN” estaban interesados en saber de quienes era ese “Mooney” tan embanderado y porque, a medida que contábamos nuestra historia de lo que estábamos haciendo, más caras de asombro veíamos.

Ellos son especialistas en turbos y turbinas, no avioncitos como el nuestro.

Finalizada nuestra “conferencia” respecto del porque de nuestro vuelo y hablarles de Argentina, nuestra Patagonia, Ushuaia y Tierra del Fuego, pasamos a la parte material del asunto, pagar el combustible, aceite, hangar (una pena por el materialismo del mundo)

Cumplimentada dicha formalidad nos fuimos a la “Sala de pilotos” a llamar al mundialmente famoso “1 800 WW BRIEF” teléfono gratis por intermedio del cual se presenta, plan de vuelo y se hace el briefing meteorológico, todo en uno.

Al principio fue difícil, un piloto colombiano, intentó darnos una mano, pero algo no andó, insistimos y otro piloto norte americano nos dio el empujoncito que nos faltaba.

Logramos comunicarnos.

Los briefers, son personas expertas que con paciencia infantita te van dando todas las explicaciones respecto a la ruta propuesta, sugiriéndote mejores alternativas y/o informado, de zonas restringidas, cuestiones meteorológicas y demás consideraciones, referidas al vuelo.

Es el paso previo para realizar cualquier vuelo seguro en territorio de USA, soporte inestimable para cualquier piloto.

Como nuestro ingles es 60%, nuestro Briefer, santa y mansamente fue dándonos todo la información necesaria y luego de ella le presentamos el plan de vuelo correspondiente, el cual debería ser activado, luego, vía VHF.

En USA, creo que no existe nuestra famosa “Oficina de ARO AIS” aquí un número telefónico “1 800 WW BRIEF” y una frecuencia de radio alcanzan.

Ok., cumplimentado dicho trámite, nos dirigimos al avión, realizamos el chequeo previo, todo normal, pusimos en marcha, contactamos con Ground y solicitamos “LV JRA request progresive taxi to runway in use, LV JRA”

Ground, contesto y profesionalmente, taxi for November, turn to the left in Bravo to intersection Alfa and then change to TWR in 120.90

Otra vez, el corazón se nos disparó, llegaba el momento más esperado, full power y a correr por la pista.

Contactamos TWR, “Fort Lauderdale TWR LV JRA at intersection Alfa request VFR departure to north west with information Romeo”.

Estábamos a 30 metros de la cabecera en uso “18” y venía aterrizando un Lear Jet casi más lindo que nuestro Mooney.

La TWR no informa, no bien pasan en frente nuestro hold short (ocupe y mantenga) contestamos y entramos y gritamos con fuerzas.
“A LO QUE VINIMOSSSSS, A VOLARRRRR!!!!!!!!!”

Y el LV JRA orgulloso y embanderado, ocupó y mantuvo, el cheque previo estaba hecho y faltaban unos segundos para darle toda la potencia y comenzar la carrera de despegue.

Llegó el momento, escuchamos por la radio “LV JRA clear for take off LV JRA” nosotros colacionamos la instrucción y dimos potencia a pleno, comenzó la carrera de despegue, pista 18 la principal del aeródromo y todo bien, parámetros de motor arco verde, la velocidad aumentando rápidamente y a las 75 millas comenzamos suavemente a tirar del comando, para que suavemente despegar primero la rueda de nariz del piso y luego las del tren principal.

De manera sorpresiva, sentimos que el avión se hundía como si estuviéramos cruzando un badén (yo pienso, como mierda hay semejante desnivel en la pista, miro para atrás, para ver el inexistente badén) pensamos que el tren de nariz se había metido para adentro porque la hélice golpeó en el suelo.

No obstante ello, el avión despega, pero no había a donde ir, al percatarnos de semejante anomalía, lo único que restaba por hacer era aterrizar, cortamos todo y no preparamos para el aterrizaje de emergencia.

El avión se posó sobre la panza y el motor, aún girando, volvió a golpear.

El contacto con la pista fue suave, el Mooney se deslizó como 600 pies, 180 metros hasta detenerse, ligeramente al costado de la pista, sobre la cinta asfáltica.

Apenas nos detuvimos dimos el “MAY DAY – MAY DAY – MAY DAY”, comenzó a salir humo desde el motor, “Afuera, rápido”, pensarlo, decirlo y estar afuera con el matafuego en la mano fue un solo movimiento.

y abandonamos la aeronave, tan rápido como pudimos.

No terminamos de salir de la misma, creo que ni siquiera habían pasado 2 minutos y medio cuando un tremendo camión de bomberos estaba a nuestro lado apuntándonos con su cañón de espuma (nosotros teníamos 240 litros de nafta 100 LL lista para prenderse fuego) pero gracias a Díos (otra vez) no pasó nada.

Los “FIREMEN” allí, increíble la velocidad de reacción, estamos seguros, que la alarma fue dada desde la TWR antes que nosotros tiráramos el May Day.

No podíamos creer lo que había pasado, no salíamos de nuestro estupor, el shock emocional fue tremendo, pero el ánimo, lo recuperamos al ver que a nosotros no nos había pasado nada.

Nuestro Amigo Mario, sabiamente dice “los fierros te traicionan en el peor de los momentos”.

Rápidamente vino la seguridad del aeropuerto, el administrador del mismo, más todo un equipo de gente, todos para ayudar y saber respecto de la situación presentada.

Por tal motivo, el “Fort Lauderdale Executive Inernational Airport” acababa de ser cerrado por nuestro accidente.

¿Qué pasó? Aún no lo sabemos, o se metió la pata del tren de nariz o todo el tren al mismo tiempo pero, al ver el avión, observamos que el tren estaba adentro, las tres patas.

Al los minutos siguientes, ya teníamos que comenzar a tomar decisiones, quien se iba a ocupar de retirar el avión de la pista, a que lugar lo llevaríamos para su reparación y así mil cosas.

El calor era agobiante y el Mooney allí, tirado, que tremenda situación, aquello que hasta hacía algunos minutos era una máquina perfecta y orgullosa, ahora, estaba allí, tiradito, desvalido, amenazado y nosotros, con cuestiones importantes por decidir.

Llamamos a la gente de Banyan, para que se ocupara de la tarea.

Había que contratar a un “crane” (grúa) más un carretón sobre el cual cargarlo y luego transportarlo, Ok., dijimos, contratemos, pero rápidamente nos preguntaron ¿como van a pagar? Tiene que ser cash o cheque y así cada minuto era un taxímetro, en donde no caían fichas, caían dólares.

A los 15 minutos de sucedido el accidente, teníamos un helicóptero del canal 10 de Fort Lauderdale filmándonos y allí estuvo suspendido durante más o menos 25 minutos.

Evidentemente, es absolutamente cierto que la fama es costosa, tuvimos que aterrizar de panza, romper la hélice y hacer cerrar el aeropuerto para salir en la televisión.

Para los que necesiten ver para creer, pueden entrar en:

Local10.com/news/13691055/detail.html

Nosotros pensábamos, que kiloooombo, la televisión, el aeropuerto cerrado, los bomberos, la seguridad, la gente de la FAA, de repente, vemos que habíamos volado una baliza, que seguramente la tendríamos que pagar y los que estaban tomando las medidas desde el primer toque de la hélice en el piso y todos hablando en ingles, preguntado, que había pasado, que habíamos hecho y así mil cosas.

En ese torbellino, lo único que nos importaba era que nosotros estábamos bien, paraditos y caminando, pero el Mooney, herido, pero no muerto.

Vino el “crane” una maquinola de aquellas.

Realmente con un profesionalismo (profesionalismo costoso) rápidamente y con cuidado, engancharon al Mooney con una suavidad única, lo cargaron en el carretón, bien protegida su panza con telgopor y siempre custodiado por los bomberos, ellos nunca dejaron de proteger al entorno, por el tema de la posibilidad de incendio.

Los investigadores de la FAA, preguntaban con cortesía, la seguridad del aeropuerto preguntaba para completar el “file” la gene de crane, querían cobrar y nosotros pensando en que carajo hacer.

Gustavo, un argentino muy conocido en Bs. As., por ser un excelente mecánico de aeronaves, era nuestro ángel de la guarda, Diego, amigo de Diego “hélice” tranquiliza nuestro espíritu.

Creo que está historia merece ser continuada mañana, hoy estuvimos conversando de que hacer, Carlos desde Argentina, dándonos concejos y nuestras familias más tranquilas, luego de haberles contado lo que efectivamente, nos había pasado.

Como veníamos hablando anoche, luego de una cena tranquila con el ánimo más calmado. Llegamos hasta acá. No nos pararon las tormentas, ni el mar, ni la falta de aeródromos de alternativa durante extensísimas horas que parecían no terminar. Nos paró algo simple y que le podría haber sucedido a cualquier piloto en cualquier lado y en cualquier momento.

Llegamos hasta acá con nuestra bandera en el fuselaje, el avión llenos de copilotos y el corazón empujando para adelante, siempre para adelante.

No la dejamos en Manaos o en Boa vista, está en Fort Lauderdale Executive, Florida. Está clavada a 600 metros de la cabecera 18. Sólo falta que, si nosotros no podemos, otro argentino la tome y la lleve más lejos, de eso se trata, es simple.

Soñar no cuesta nada, pero hacer realidad los sueños, cuesta, cuesta esfuerzo, trabajo. Significa apretar los dientes y luchar contra lo que se oponga, nuestras limitaciones, el mundo o un CB.

Soñar es soñar, pero soñar y cumplir los sueños es vivir.

Todo lo sucedido está debidamente documentado, sacamos muchas fotos, filmamos un montón, pero queremos seguirla mañana.

Nuestro último párrafo, es como siempre para nuestras familias, las queremos, las extrañamos, las necesitamos.