domingo, 15 de julio de 2007

Noveno día de la segunda etapa

Qué podemos decir del día de hoy!!!!. Anoche no dormimos nada bien. Nos preocupaba el tema del cono, nos levantamos antes que los despertadores sonaran, cosa de viejos, cada uno su hora.

(Mi noche había sido muy dura, pensando en lo que no pasó, el animo estaba, pero no sabía donde, ante todo nuestra seguridad, lo otro pasa a un segundo plano cuando la cosa viene como el revés de la taba)

Charlamos un rato sobre las posibilidades que teníamos y resolvimos seguir con la pata prevista para el día de hoy. Si veíamos que había alguna anormalidad, a la alternativa, sino meta para adelante.

El teléfono satelital te ayuda a consultar con los que saben en Bue., es caro, pero ante situaciones difíciles, te comunicas y eso no es joda.

Como no había desayuno en el hotel, era temprano, nos fuimos al aeropuerto, hicimos Met y plan de vuelo, todos los trámites y nos sentamos para un desayuno rápido, nos teníamos que apurar.

Cada cual estaba en su mundo pensado respecto de lo que venia por delante, este era otro doble desafío.

Era todo agua, la ruta se nos planteaba de la siguiente manera:

Saliendo de Antigua (TAPA) deberíamos volar directo a St. Kits and Nevis, luego vertical St. Croix, está área es controlada por USA, muy bien, pasas tus datos, te asignan un código de transponder y te van siguiendo con el radar y a lo sumo te hacen los que se llama hand off, te van pasando de control a control y listo, simple pero efectivo.
El Mentirólogo de Antigua, nos anticipó que deberíamos volar al sur de Puerto Rico, ya que se estaban armando unos lindos toroscos que iban a desestabilizar la zona y con mucha agua cayendo.

Nada de que preocuparse, pero si de ocuparse.

Ok., luego de todo eso, llegó el momento de “A lo que vinimossssssssss” A VOLAR!!!!!

Hubo alguna confusión por donde realizar el taxi, pero terminamos despegando.

El despegue inmaculado.

Hicimos lo que nos sugirió el Met.

Los primeros minutos fueron como si estuviéramos por entrar en el infierno, pero, otra vez Dios de nuestro lado, los indicadores (en realidad 3 relojitos pedorros) estaban en arco verde y se mantenían, bien, muy bien, las cosas iban marchando y le fuimos dando para adelante.

Alcanzamos la altura requerida FL 045, seguro que no nos cruzaríamos con ningún 777, el cielo es grande y hay lugar para todos.

Nivelamos, el avión comenzó a embalarse y empezamos a disfrutar del vuelo, era como los magos “agua por aquí, agua por allá” pero eso el motor no lo sabe. (los pilotos sssssssssiiiiiiiiiiiiiiii)

Por la mañana el cielo es un poco más diáfano. Se puede disfrutar un poco de ese mar azul que permite, en las zonas bajas, ver hasta las piedras.

Una a una fueron pasando las pequeñas islas a nuestro lado, casi todas con pistas. Eran todas familiares por sus nombres ya que estuvimos meses viendo las cartas de navegación para ver por dónde podíamos ir, dónde aterrizar, cuáles tenian combustible, aduana y migraciones por las dudas, ahora verlas en escala uno en uno, causaba un placer especial.

A lo lejos se veían los Cb`s que estaban sobre la costa norte de Puerto Rico, tal como lo había dicho el pronosticador. Los techos sobre la isla estaban altos, sobre los 2000 pies, pero un Cb es un Cb en Puerto Rico y en la China.

Pasamos por el sur silbando bajito y no nos vió, o si lo hizo no nos reconoció. La cuestión en que bajamos a 2500 pies para pasar por debajo de uno de los extremos, nos pegó una lavadita al avión y seguimos.

En un momento dado, Puerto Rico Control nos informa que nos estábamos acercando a una zona restringida, viraje por izquierda como quien va para el lado de Colombia y luego de un rato volvimos a nuestro curso normal, siguiendo la línea de costa sur de la Isla.

Que interesante es ver como se suceden estos fenómenos naturales que para los de ciudad, son cosas que no alcanzamos a comprender, ya que nunca sabemos como son, de donde vienen, porque se producen y para que sirven, pero en este vuelo, hemos aprendido tanto de aquello que todos los días vemos pero no miramos.

Es una experiencia pasar rozando un palazo de agua y que nos laven el avión gratis.

Igualmente, las cosas, siempre con suma precaución, porque el Mooney no es nada más que una hoja en la tormenta.

Al ir finalizando la Isla de Puerto Rico, se fue terminando esa fiesta natural, de la que éramos invitados especiales, pero también fue una tranquilidad ver que más allá no había nada.

Llegamos a Punta Cana y seguimos con rumbo general oeste, esta vez las comunicaciones eran en español. Seguimos por la costa norte una hora más hasta que llegamos al aeropuerto de Puerto Plata, luego de cuatro horas y diez minutos.

La zona que sobrevolamos de la República Dominicana, es realmente hermosa, muchos Resort (hoteles,va) y una topografía soprendente.

No obstante, nos terminamos encontrando con otro hermanito menor del que dejamos por Brasil y volvimos a “ocuparnos”

Llegabamos a Puerto Plata (MDPD) y hacía un calor, que de un saque no tomamos dos bebidas reconfortantes (Gatorade) es increíble el calor que hace y tal como dijera Astor piáosla “lo que mata, es la humedad”

Una vez en plataforma, transpirando copiosamente, sacamos los capots del motor y revisamos todo. Por suerte sin novedad, nada se había caído y según dicen algunos, el cono al Mooney no le gusta.

Nuevamente plan de vuelo,met, comparamos unos sanguchitos, los gatorade y con eso salvamos el día.

Hay que tener cuidado, ya que la pérdida de sales perjudica duramente al organismo.

Despegamos nuevamente. El plan era volar hasta que el sol lo permitiera, teniendo en cuenta que hay una restricción para vuelos nocturnos de pequeñas aeronaves, pero estábamos tratando de recuperar lo no volado. Nos pusimos como objetivo Exuma (MYEF) Isla perteneciente al grupo de las Bahamas, antigua colonia inglesa.

En el ascenso, leyendo los datos del aeropuerto, leímos una pequeño cartel que decía en. inglés “Aduana y migraciones, en verano de 09:00 AM a 7:00 PM. Clavamos la vista en el GPS para leer la estima y era 18:53 PM. “Dale chaucha hermano que no llegamos”, “roger”.

Durante las tardes, ocurre un fenómeno muy particular, se forma como una bruma que borra el horizonte y hace que el pilotaje sea un poco más cansador de lo normal, es como volar por instrumento, no se tienen referencias y el cielo con el mar forman una bóveda sin un horizonte visible.
No es joda muchachos, ya que un par de veces, dijimos, pasamos a instrumental “roger”

Y así nos vinimos, un poco de suerte con el viento y otro poco el Mooney, que a esta altura del viaje hasta lava la ropa con nosotros. La cuestión es que aterrizamos a la 18:40 y antes de hacer combustible rajamos para migraciones.

La gente muy amable, viven del turismo y como viven, cobrándote un hotel U$S 156,00 algo así como una operación de riñón y corazón al mismo tiempo.

Todo en orden. Después de migraciones, volvimos a hacer combustible y con los bultos, fuimos para aduana, un trámite muy sencillo y al taxi.

El hotel está a orillas del mar, la habitación a metros, una tentación, me puse la malla, mi compañero no trajo y me miraba como yo disfrutaba de ese mar que desde hace algunos días venimos viendo desde las alturas. Después de un chapuzón volvemos a trabajar.

Con el afán de escribir “las crónicas aeronáuticas” parafraseando a Ray Bradbury, nos quedamos sin cenar, ya que cierran temprano y no pudimos meterlo en Internet, por que también debían irse.

Mañana nos espera una gran día, ya que será otra prueba de fuego el ingreso a USA, por el Fort Lauderdale Executive Airport, allí el “roger” no funca.

Nuevamente muchísimas gracias a todos aquellos que leen y se entretienen con este borrador de borrador, pero aunque no lo crean Cervantes comenzó de la misma manera, pero sin Mooney y sin Internet.

Las últimas letras del día de hoy, siguen siendo y con todo respeto por el resto, para nuestras familias, que queremos y extrañamos.